domingo, 11 de abril de 2010

CUANDO SEAMOS GRANDES...


Cuando seamos grandes, no nos olvidemos que para las noches se hicieron los cuentos, y los reyes magos, y los duendes buenos; que sólo hace falta cuando llega el sueño tener bien a mano la voz de un abuelo.

No nos olvidemos que en una vereda cabe un mundo entero, de risas y ruedas, que no hay mar tan nuestro como el de la acequia, que con dos pedales de una bicicleta lo que queda lejos siempre queda cerca.

No nos olvidemos de las maravillas que guardan adentro las cosas sencillas, los viejos cajones, la flor, la semilla.

La vida es un viaje y es cuestión de vida sentarnos al lado de la ventanilla.
Cuando seamos grandes va a ser muy bonito tener como amigos a los animalitos y gritarles cosas y entender sus gritos, y explicar los vuelos por el infinito...(los grandes no entienden a los pajaritos).

No nos olvidemos cuando seamos grandes que un beso es un modo de quedarse en alguien, que siempre es horario para acariciarse, que el amor es todo, que ternura es madre, que hay que estar temprano cuando se hace tarde.

Cuando seamos grandes no nos olvidemos de la fantasía, del sol y los juegos, y los cumpleaños, y el circo viajero, los pasayos tristes, los muñecos buenos, la hermosa costumbre de decir: ¡te quiero!

Ojalá que nunca dejes de soñar, de jugar, de besar, de acariciar, de amar...
Ah!! Y nunca te olvides...al ser grande, de la maravillosa virtud de saber perdonar...


Si hay algo que tengo claro en esta vida es que no existe nada tan sincero y hermoso como la inocencia y la ternura de un niño o una niña pequeña. Ojalá todas las personas que me rodeen en mi día a día guarden aún en su corazón esas pequeñas cosas que los hace especiales.

Cuando pasan los años nos olvidamos de que ser felices es fácil. Tú eliges lo que te hace feliz. Tú eliges con quién quieres estar, dónde, cómo y cuándo. Y si no es así, tú eliges si mirar lo positivo y caminar hacia delante o si esconderte tras la tristeza y ahogar tus penas con lágrimas.

¿Necesitamos grandes cosas para vivir bien? La respuesta es no. Lo que precisamos es valorar lo que tenemos y mirar lo que nos rodea con un poco más de humildad, tal y como lo hacen los pequeños.

Dejemos salir al exterior a ese pequeño que vive dentro de cada uno de nosotros y que seguro nos hace ver la vida más sencilla de lo que parece.

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